El pavo real
El pavo real
Nombre común: Pavo real
Familia: Phasianidae
Nombre científico: Pavo cristatus
Distribución geográfica:
El pavo real es originario del subcontinente indio, principalmente de India y Sri Lanka, aunque hoy se encuentra en diferentes partes del mundo debido a su introducción por el ser humano.
Habita en zonas de bosques abiertos, campos y áreas agrícolas, y se adapta fácilmente a ambientes rurales o de granja. Su belleza y elegancia lo han convertido en una de las aves más reconocidas y admiradas del planeta.
Historia del Pavo Real: de un hogar a un santuario
Los pavos reales que viven en el Santuario de Vida Silvestre Natuwa no provienen de decomisos ni rescates, sino que fueron donados voluntariamente por un hombre proveniente de Grecia, Costa Rica, quien al vender su casa decidió buscarles un lugar donde pudieran vivir con espacio y tranquilidad.
El Santuario Natuwa les abrió sus puertas para ofrecerles un entorno natural, seguro y respetuoso. Aunque no forman parte de las especies protegidas por el SINAC ni del foco de conservación del santuario, su presencia contribuye al propósito de fomentar la empatía, el respeto y el amor hacia todos los animales.
Características y comportamiento:
El pavo real (Pavo cristatus) es una de las aves más hermosas del mundo, reconocida por su impresionante cola o “abanico”, que los machos despliegan para atraer a las hembras. Su plumaje iridiscente muestra tonos azules, verdes y dorados que deslumbran a quienes los observan.
Son aves domésticas y sociables, que disfrutan caminar libremente, emitir fuertes vocalizaciones y explorar su entorno. Durante la época de apareamiento, el macho despliega su espectacular plumaje en una danza elegante y simbólica.
Aunque no pertenecen a la fauna silvestre costarricense, en Natuwa reciben cuidados adecuados, alimentación balanceada y libertad de movimiento, lo que les garantiza una vida digna y tranquila.
Importancia educativa en Natuwa:
La presencia de los pavos reales en el Santuario Natuwa tiene un valor educativo y emocional. Su belleza y comportamiento despiertan la curiosidad de los visitantes, especialmente de los niños, creando un vínculo positivo entre las personas y los animales.
A través de ellos, los visitantes aprenden que todas las formas de vida merecen respeto y bienestar, incluso aquellas que no son parte de la fauna silvestre nativa.
En Natuwa, el pavo real representa la armonía entre la naturaleza, la empatía y la educación ambiental, pilares fundamentales del trabajo que realizamos cada día.